"Mundo encontrado", en la Casa de Galicia en Madrid

TEXTO PARA EL CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN MUNDO ENCONTRADO, EN LA CASA DE GALICIA EN MADRID, ESCRITO POR LA DIRECTORA DE LA FUNDACIÓN LUIS SEOANE DE A CORUÑA, SILVIA LONGUEIRA

 Geografías por descubrir

Hacia la vertiente más favorecedora, el ser humano camina buscando el equilibrio que se cierne, de forma sutil, sobre la imaginación y el mundo real. La creación artística se convierte entonces en testigo y en elemento aglutinante de esa búsqueda. Y, en casos afortunados, en transmisor de emociones. Es el creador de una tierra de nadie, de un intangible, que de todos es sabido que existe pero él ha sido el primero en contarlo.
         En el caso de Ánxela Pérez Meilán su “mundo encontrado” bascula entre la realidad del paisaje consuetudinario y los mundos geográficos donde el paradigma de lo exótico se confronta con los lugares comunes del alma. Técnicamente sus lienzos se construyen destruyendo arquitecturas que vuelven a recomponerse a través del color, mientras el trazo es el punto de apoyo para llegar al conocimiento real.

        Con el papel, Meilán nos hace disfrutar de una singular ingenuidad a través de las formas de perfiles naif, como los copos de nieve cayendo sobre la tierra o los matices de un entorno natural construido a través de puntos de color. En la cocina de su pintura, su devoción por la gama degradada de los tonos es casi una necesidad real y absoluta. El color no sólo otorga el calificativo, sino que también actúa como un elemento diferenciador, un sustantivo que define la propia estructura de su narración.

        Y es precisamente una narración continua lo que la artista nos muestra con esta exposición, realizada con trabajos ejecutados en los últimos dos años. Nos enseña  un escenario geográfico que se abre en los paisajes nevados del entorno galaico, desciende hacia sus bosques para integrarse en escenas de otras ciudades y otras culturas. Un camino entre lo conocido y lo imaginado.

       Durante el camino, Ángela ofrece un lugar a la figura. Algunas veces de forma vehemente y deliberada, en las que el trabajo de composición es firme y rotundo. Otras, cultiva un paisaje animado en el que poder situar a los protagonistas en un plano discreto. Y siempre de paso hacia algún objetivo desconocido.

        Con la exposición comprobamos que las técnicas son herramientas de la artista para alcanzar una misión determinada: están empleadas para definir las emociones y para agitar ideas. Aunque su estilo es trasladable desde el lienzo al papel, y el hilo narrativo de su temática se mantiene alerta, la intencionalidad está fácilmente reconocible en cada una de las piezas elegidas para la ocasión.

          Queda únicamente dejarse sorprender con otras geografías y otros códigos detrás de sus lienzos y papeles; las que tendremos que ir descubriendo en los nuevos trabajos de la artista cuyo camino viene marcado por una incondicional entrega.